El mejor regalo para tu mascota:

Doggy Flaska

Para la salud de tu perro, Flaska ha creado Doggy Flaska, un cuenco de vidrio que impide que el agua de tu mascota quede impregnada de sustancias nocivas. Un bebedero que, además de incorporar la innovadora y adaptada tecnología TPS2 para reestructurar el agua, se ha diseñado contemplando principios de la Geomancia y del Feng Shui.

El cuenco va acompañado de un soporte con el peso adecuado para impedir que tu perro lo mueva o derrame fácilmente. Su elegante diseño aportará un toque de estilo armonizador en la decoración de tu hogar. Además, la limpieza del cuenco se realiza de forma sencilla y rápida.Las DOGGY FLASKA se programan utilizando Cañones de Orgon, dispositivos fabricados por la compañía alemana Bioaktiv. El programa vibracional que se imprime en cada botella Flaska se ha adaptado al mundo animal. Está compuesto por diferentes informaciones vibracionales, que se obtienen de elementos de la naturaleza que están en armonía con la estructura del agua y que, por tanto, la influencian. Esta fase es la más importante del proceso. Así, durante 90 minutos se imprime el programa vibracional en el dióxido de silicio (SiO₂) del vidrio, el cual contiene aproximadamente un 71% de SIO_2.

Cuando el agua entra en contacto con el vidrio programado, se le transfiere la información vibracional a través de las oscilaciones electrodinámicas cuánticas de los dominios coherentes del vidrio.

Por todo ello, usar Flaska para tu mascota y que pueda beber agua con frecuencia es un pequeño esfuerzo que mejorará su salud de forma significativa. Un producto para todos los que amamos a nuestros animales y queremos lo mejor para ellos. En esta ocasión, Flaska nos da la oportunidad de poder utilizar el mismo agua que bebemos el resto de la familia: agua estructurada y saludable. Se adapta a otras mascotas pequeñas como gatos, conejos y otros pequeños “amores” peludos.

Flaska, también es un moto de cuidad el medio ambiente. En 2010, la media consumida por ciudadano de la UE fueron 103.3 litros de agua embotellada, 53.7 litros por ciudadano esloveno y 166.2 litros por alemán. La mayor cantidad de agua embotellada dentro de la UE fue consumida por el ciudadano medio italiano, ascendiendo a 182.2 litros. Beber agua embotellada en lugares donde el agua del grifo es perfectamente bebible es un sinsentido con el que dañamos el medio ambiente. En la mayoría de los casos, el agua se almacena en botellas de plástico PET y la relativa baja capacidad de reciclaje de este material para otros usos o productos de menor calidad, corrobora aún más acusadamente la afirmación anterior. Por lo tanto, siempre que sea posible, deberíamos beber agua del grifo apropiadamente filtrada, si fuera necesario, y contribuir con ello a reducir la cantidad de botellas de plástico que se acumulan en los vertederos, y por tanto la huella de carbono (CO₂) que generamos por el simple hecho de beber agua.

El cristal, es el material más respetuoso con el medio ambiente debido a su alto porcentaje de reciclaje, ya que puede ser reutilizado infinitamente para fabricar envases o productos de la misma calidad. En este sentido, una persona corriente ahorraría hasta un 95% de emisiones de CO₂ producidas por beber agua simplemente cambiando sus hábitos al hacerlo. Así, una persona que beba agua del grifo en lugar de agua embotellada evitará el vertido de 42 botellas de plástico de un litro en el vertedero, o bien se consumirán 10.5 litros menos de crudo y 126 litros de agua, que se emplearían en la producción de botellas de plástico. Flaska también cuida de tu “bolsillo”, pues el agua del grifo es de 250 a 1000 veces más barata que el agua embotellada.