3, 2, 1… VERANO

Puesta a punto Natural

El verano es la estación del año más deseada por todos, en la que la mayoría tenemos la oportunidad de disfrutar de unas merecidas vacaciones. Recuperamos energía, descargamos tensiones acumuladas, nos liberamos del estrés y disponemos de tiempo libre para el ocio, descansar y ¿por qué no? para cuidarnos y mimarnos un poquito más de lo habitual. La naturaleza nos aporta todo lo que necesitamos para cuidar nuestra imagen, sin necesidad de emplear química ni aditivos.

Un correcto equilibrio hídrico es un factor imprescindible para conservar la piel en perfecto estado durante la época estival. No debemos olvidar que la piel es nuestro órgano más grande y no es independiente de la salud general de nuestro ser. Por ello, es necesario hidratarla desde dos frentes: interna y externamente.

El agua es la fuente de salud y belleza más natural que existe. Es portadora de vida en todos los seres vivos, plantas y animales, en definitiva, en toda la naturaleza. Ingerir este maravilloso líquido, incoloro, inodoro, insípido y exento de calorías, nos ayuda a hacer la digestión; alivia los problemas de estreñimiento; mejora el estado de los riñones; engaña la sensación de hambre y, además, entre otras muchas acciones beneficiosas, ayuda a eliminar toxinas, que son las principales enemigas de una tez bonita. Un cutis bien hidratado es sinónimo de belleza y de buena salud.

Como norma general no es aconsejable ingerir agua demasiado fría, sobretodo, si se esta haciendo la digestión. Tiene un efecto refrescante inmediato, pero no termina con la sed y el acaloramiento, que vuelven a aparecer rápidamente. A nivel externo es necesario recurrir a la cosmética. Es preciso utilizar productos capaces de actuar simultáneamente sobre los factores que determinan la deshidratación cutánea y, a la vez, aumentar las reservas hídricas almacenadas en las capas más profundas. Es recomendable utilizar cremas ricas en principios activos hidratantes que se fundan profundamente con la piel y, además, aportan una gran concentración de vitaminas y minerales de efecto restructurante, nutritivo y elastizante

La ‘cosmética verde’ o bio-cosmética ofrece resultados excelentes y poseen gran tolerancia dermatológica, ya que la mayoría de estos productos contienen una base de aceites vegetales y extractos de plantas que estimulan las funciones vitales de la piel. Resulta muy apropiada para el tratamiento de pieles sensibles, alérgicas y con dermatitis. Básicamente, el criterio que define a un cosmético biológico, ecológico u orgánico es que los ingredientes que lo componen proceden de materias primas de origen ecológico certificado. No debemos olvidar que la agricultura ecológica cuida el ecosistema, ya que utiliza técnicas de producción sin abonos químicos, plaguicidas, fertilizantes de síntesis, hormonas de crecimiento y pesticidas que puedan alterar la calidad de los suelos. Además, son productos 100% biodegradables.

La exfoliación, tanto a nivel facial como corporal, se convierte en un protocolo obligado al comienzo del verano. Con ella se limpia la piel en profundidad, eliminando las células muertas que, por el proceso natural de renovación celular, quedan adheridas. Si no se retiran a su debido tiempo pueden crear una barrera poco saludable. Su acumulación entorpece la absorción de los productos cosméticos e impide una correcta respiración cutánea.

Las frutas son unos magníficos exfoliantes naturales. La papaya ayuda a desprender las células muertas y combinada con el ácido láctico que contiene el yogurt se convierte en un magnífico exfoliante. Pela media pieza de esta fruta tropical, a ser posible, que este madura. Trocéala y tritúrala. Agrega dos cucharadas soperas de yogur natural. Es recomendable mantener este preparado sobre la piel, aproximadamente, durante siete minutos.

La piña también tiene excelentes propiedades exfoliantes. Corta y pela media rodaja de piña natural. Evita que quede ningún resto de cáscara. Añade una cucharadita de miel fluida. Tritura hasta que quede una textura cómoda de aplicar y agrega diez gotas de aceite de aguacate. Estos tres ingredientes naturales son suficientes para elaborar un peeling que deja la piel limpia y libre de células muertas.

El albaricoque es uno de los mejores exfoliantes naturales. Se puede utilizar sobre todo tipo de piel. Selecciona un fruto muy maduro. Retira su pepita y tritúralo con la batidora. Si tu piel es seca, añade diez gotas de aceite de onagra.

Las mascarillas naturales ofrecen excelentes resultados. Puedes elaborar infinidad de ellas de forma sencilla y utilizando ingredientes que habitualmente tenemos en casa: frutas, verduras, aceites, lácteos, cereales…Si consigues un ejemplar de Aloe Vera o Sabila podrás sacar de él un gran rendimiento. Para elaborar una mascarilla corta una hoja sana y extrae la gelatina que tiene en su interior. Mézclala con una cucharadita, tamaño de postre, de aceite de oliva biológico de primera presión en frió. Utiliza para ello la batidora. Aplica sobre rostro y cuello, dejándolo actuar durante, aproximadamente, doce minutos. Tiene efectos antienvejecimiento y es ideal para pieles secas y desnutridas.

El astro rey ofrece numerosas ventajas. Estudios recientes han demostrado que las personas que toman el sol son más dinámicas, optimistas y vitales. Eleva la autoestima personal y estimula la formación de vitamina D3, además de ayudar a fijar el calcio en los huesos. Pero, como contrapartida, se considera a la radiación solar como la primera causa de envejecimiento cutáneo prematuro. Para evitar riesgos es necesario utilizar productos de buena calidad y seguir unas pautas de aplicación ante cualquier exposición solar, por corta que esta sea. Parece ser que, poco a poco, nos vamos concienciando de sus efectos nocivos. Afortunadamente, cada vez son menos las personas que no utilizan algún medio de protección con el fin de evitar males mayores, como el temido cáncer de piel u otros problemas serios de salud.

El efecto protector de un cosmético depende de su calidad, de su correcta aplicación y de la dosis utilizada. Estudios estadísticos afirman que habitualmente usamos poca cantidad, disminuyéndose así los efectos protectores. Recuerda que de nada sirve comprar productos y no aplicarles. La cosmética avanza a la velocidad del rayo, sin embargo, aún no se ha inventado ningún producto que surta efecto sin aplicárselo. Te aconsejo que pruebes la bio-cosmética solar, ya que ofrece magníficos resultados.

La ingesta de alimentos que contengan beta caroteno y vitaminas, en días previos a exponerse al sol, benefician la calidad del bronceado. Procura que sean de cultivo biológico ya que la cantidad de vitaminas y minerales es bastante mas elevada que en los alimentos de cultivo convencional. Puedes encontrarlos en la zanahoria, caléndula e hiperico, entre otros. Los albaricoques son una mina de beta caroteno. 200 gramos al día bastan para aportarnos la dosis necesaria y es el equivalente, más o menos, a un litro de zumo de naranja. La vitamina E ayuda a evitar el envejecimiento prematuro. Se encuentra principalmente en hortalizas, cereales integrales, germen de trigo, aceite de girasol, almendras, legumbres, frutos secos, mantequilla y leche. La C es esencial para la formación de colágeno. Esta presente en cítricos, kiwi, patatas, brécol, coles de Bruselas, frambuesas, espinacas, espárragos y zarzamoras. Con su ingesta el organismo aumenta la defensa inmunitaria y enaltece el aspecto de la piel. Prueba a tomar a diario un combinado rico en beta caroteno y vitamina C, ambos grandes aliados del bronceado. Licua 200 gr. de zanahorias, un limón y 100 gr. de fresas.

Es aconsejable utilizar un protector solar para el cabello, ya que él también sufre. El tórrido sol del verano, el viento, la agresión de la sal del mar y el cloro de la piscina, pueden destrozar la belleza de cualquier melena. La queratina que lo compone se altera y, como resultado, se vuelve áspero, seco, poroso y quebradizo. El aceite de sésamo, el de germen de trigo y el de aguacate absorben una elevada cantidad de rayos ultravioleta. Para lucir un cabello saludable, sano y brillante puedes aplicarte una vez por semana la siguiente mascarilla capilar compuesta por: dos cucharadas de aceite de melocotón, dos de aceite de soja y otras dos de aceite de avellanas. Este último es rico en vitaminas A y B, además de tener un alto contenido en minerales, mientras que el aceite de soja posee vitamina E. La mixtura reestructura e hidrata los cabellos secos y castigados. Resulta muy apropiada para melenas permanentadas o teñidas. Ha de dejarse actuar durante, aproximadamente, veinticinco minutos y posteriormente lavar.

Después de tomar el sol puedes aplicarte un preparado refrescante, hidratante y nutritivo fusionando tres cucharaditas de aceite de melocotón, dos de aloe vera y seis gotas de aceite esencial de lavanda. El aloe hidrata, regenera y alivia la irritación provocada por los rayos del astro rey, y los principios activos de la lavanda son refrescantes. Nunca ha de utilizarse este after sum sobre una piel con síntomas de quemaduras.